Podría convertirse en una nueva especie todavía no documentada
El investigador Ignacio Díaz ha identificado en varios yacimientos riojanos la huella de un dinosaurio bípedo, carnívoroy de gran tamaño que hasta ahora, de acuerdo con su información, no está descrita y que podría convertirse en una nueva especie aún no documentada.
Esta es una de las conclusiones de su tesis sobre huellas fosilizadas de dinosaurios (icnitas), bípedos del periodo del Cretácico Inferior, en los yacimientos riojanos de la cuenca de Cameros, que ha defendido en la Universidad de La Rioja y que ha recibido una nota de sobresaliente cum laude.
Su estudio, según ha explicado a Efe, concluyó que en la zona que hoy es la sierra de La Rioja Baja, en el entorno de Munilla, Igea y Cervera del Río Alhama, habitó, hace 120 millones de años, en manada, un dinosaurio bípedo, carnívoro y de gran tamaño, ya que sus icnitas miden unos 40 centímetros, por lo que, según sus cálculos, mediría unos 1,70 metros hasta la cadera.
Otra característica distintiva de este animal es que, en sus huellas, el «dedo 2», que es el más interior de los tres que tenía, poseía una gran uña, algo que no coincide con otros dinosaurios ya identificados en el mundo.
Este investigador vasco, de 32 años, ha relatado que durante varios años analizó 9.198 icnitas en los 142 yacimientos que hay en La Rioja, que es una de las regiones del mundo que cuenta con un volumen mayor de huellas de dinosaurio fosilizadas.
Con su trabajo, realizado mientras era investigador de la Universidad de la Rioja y dirigido por el profesor y experto en paleontología Félix Pérez Lorente, buscaba ampliar y actualizar los estudios sobre icnitas de esta región, que se han realizado desde hace más de cuatro décadas.
Sin embargo, ha explicado que no contaba inicialmente con poder clasificar grupos de icnitas que hasta el momento figuraban como pertenecientes a un carnívoro indeterminado.
Pero al agruparlas, comprobó que existían más de un centenar que eran similares entre sí, pero que no coincidían con ninguna de las ya descritas en los yacimientos riojanos ni con otras repartidas por todo el mundo.
Díaz ha indicado que todavía no quiere darle un nombre oficial al dinosaurio, ya que debe esperar a que las publicaciones científicasrespalden este descubrimiento, algo que espera suceda a lo largo de 2014, aunque le gustaría «un nombre relacionado con La Rioja» y, de hecho, en su trabajo de la tesis sugiere el de «Riojadopus amei».
Ha recordado que la investigación de icnitas en todo el mundo ha deparado más descubrimientos de este tipo, como, por ejemplo, el de una especie de iguanodón, cuyas primeras pisadas se identificaron hace apenas una década.
Las aportaciones que en esta tesis de Díaz realizan las nuevas tecnologías y la imagen tridimensional otorgan más certidumbre al hecho de haber encontrado algo que hasta ahora no se había identificado, ha asegurado.
«Pero una vez que esto se publique, seguro que hay investigadores que asocian icnitas de otros sitios a esta especie», según Díaz, quien el próximo mes de abril se incorporará a la Universidad de Río Negro (Argentina) al no tener una oferta de trabajo en España.
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