Este es el aspecto de un tipo de alopecia rara a la que los
dermatólogos le ponen dos apellidos: frontal fibrosante. Afecta
especialmente a las mujeres, sobre todo a partir de los 45 años. En
muchos de los casos, no sólo es responsable de la caída del pelo desde
la frente hacia atrás, también implica alopecia de las cejas e incluso
de las axilas. Hasta la fecha, se creía que no existía tratamiento, pero
ahora, un equipo de dermatólogos españoles acaba de publicar un
artículo, publicado en la revista Journal of the American Academy of Dermatology, en el que sugieren una vía terapéutica útil para intentar frenar este proceso.
Siempre se ha dicho, asegura el autor principal del estudio, Sergio
Vañó, dermatólogo y coordinador de la Unidad de Tricología del Hospital
Ramón y Cajal de Madrid, que detrás de este trastorno hay un mecanismo
inmonológico y de ahí que "ningún fármaco pudiera ser realmente
efectivo". Estos pacientes experimentan cambios cicatriciales en la
superficie alopécica y una vez se desarrollan las cicatrices, poco se
puede hacer ya.
Sin embargo, después revisar la literatura científica y de analizar
los casos de 355 pacientes, "la serie más grande del mundo" en este
campo, Vañó y su equipo han observado que este tipo de alopecia "también tiene un origen hormonal, lo que significa que sí puede haber un tratamiento capaz de estabilizar la caída de cabello, como los antiandrógenos y los inhibidores hormonales".
Una buena noticia para aquellas mujeres y algunos hombres (el 5% de
los afectados) que dan por perdida la posibilidad de detener una
alopecia muy característica. Según la revisión, lo que ocurre en el 100%
de los casos es una recesión progresiva de la línea de implantación
frontotemporal y parietal. "Se inicia habitualmente de forma simétrica y
bilateral, dando lugar a una banda de alopecia de entre 0,5 y 8
centímetros desde la línea de implantación primitiva". El curso de la alopecia es lento,
"con cese espontáneo de la progresión después de varios años desde su
inicio", argumenta el dermatólogo. No obstante, en algunos pacientes
puede llegarse a la pérdida total de cabello del área frontoparietal,
con un patrón de alopecia que se denomina 'de payaso'.
Más del 60% de los afectados describían además cambios cicatriciales
en la superficie alopécica (cambio en la coloración de esta parte de la
piel), presencia de pápulas perifoliculares (inflamación y rojeces) y
alopecia en las cejas.
Algunos también señalan prurito (picores en el cuero cabelludo, 8%) y
alopecia en las axilas (el 14,10%), que puede acompañarse de un
descenso de la densidad de vello en otras localizaciones (pubis,
extremidades, etc.).
http://www.elmundo.es/salud/2014/02/21/53073ed7ca4741ea638b4574.html
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