La roca se mantiene intacta y muy brillante en su aproximación al Sol.
El cometa Ison, que se encuentra a 156 millones de kilómetros de la Tierra, ya puede ser observado con un buen par de prismáticos, apuntando a la constelación de Virgo. Las últimas imágenes proporcionadas por la NASA -como la magnífica fotografía sobre estas líneas, del Centro Marshal de Vuelos Espaciales-, observatorios astronómicos y aficionados demuestran que la roca se conserva en plena forma, con su núcleo helado intacto. Los científicos siguen este cometa con tanta atención porque, si logra superar su máximo acercamiento al Sol dentro de veinte días, en diciembre puede convertirse en uno de los más espectaculares de la Historia, tan brillante como la Luna llena e incluso visible en pleno día.
Ison procede de la Nube de Oort, un conjunto de rocas congeladas situado a miles de millones de kilómetros del Sol. El 28 de noviembre se acercará peligrosamente al Astro rey , a 1.100 millones de km, cuando corre el riesgo de desintegrarse o fragmentarse por el calor. Si el cometa sobrevive, se aproximará a la Tierra el 26 de diciembre, a una distancia de 64 milloens de kilómetros, sin ningún peligro para nuestro planeta. Muy al contrario, si nos visita todo el mundo mirará al cielo con admiración. Ison podría convertirse en uno delos grandes cometas, por su brillo sin igual.
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